Un mundo feliz, la novela más influyente de Aldous Huxley

Hay escritores que parecen tener una capacidad innata para desentrañar lo que está por venir. Casi se diría que son capaces de ver el futuro… aunque en realidad, se trata de auténticos genios que saben analizar el pasado de la sociedad y su presente, para conocer a través de esos pasos, hacia donde nos encaminamos. Ocurrió con el gran Julio Verne, uno de los escritores más aventajados de su tiempo, que desarrolló teorías e inventos imposibles en sus novelas, que luego verían la luz. Pero también con otros autores que han conseguido una fama igualmente merecida, pero no tan positiva, ya que su planteamiento era más distópico y complejo, mucho más oscuro. En este sentido, la mayoría recuerdan dos grandes obras: 1984, de George Orwell, y Un Mundo Feliz, de Aldous Huxley.

Ambos escritores británicos representaron en sus obras dos visiones pesimistas y oscuras del futuro de la Humanidad, donde la tecnología jugaba un papel preponderante, y el control de las instituciones era absoluto, en pos de la “seguridad”. Ambas novelas tienen eso en común, pero en realidad son muy distintas, ya que la sociedad que presenta Orwell en 1984 está claramente militarizada y tiene un papel evidente de dictadura controlada por el Gran Hermano, mientras que la de Huxley se ve como una sociedad feliz por estar anestesiada por ciertas drogas, consignas y demás. Para muchos, Un Mundo Feliz se acerca mucho más a la realidad que estamos viviendo actualmente, ya que muchas personas consideran que viven bien a pesar de que son claramente controladas y manipuladas para estar siempre al servicio de unos cuantos. En este artículo vamos a hablar más a fondo sobre Un Mundo Feliz, y como sigue estando tan vigente casi un siglo después de su publicación.

Aldous Huxley, autor de esta novela

Nacido en Gran Bretaña en 1894, Aldous Huxley se ha convertido en uno de los escritores más prominentes de la primera mitad del siglo XX gracias a su interés por los roles sociales y a su capacidad para analizar la deriva de la propia Humanidad detrás de esas reglas que nos marcan los poderes fácticos. Escritor, filósofo y guionista, Huxley procedía de una familia de intelectuales que seguramente le inculcaron el gusto por la lectura y el pensamiento, algo que desarrolló durante toda su carrera. Después de instalarse en Italia con su mujer escribió su primera novela, y a partir de ahí comenzó a viajar por todo el mundo, gracias a su buena reputación como escritor. Su éxito más notable fue la historia que nos atañe, Un Mundo Feliz, publicada en 1932, y aunque es la más reconocido no supone su única novela.

Novelas de Aldous Huxley

Huxley se estrenó como escritor en el año 1921 publicando Los Escándalos de Crome, cuando contaba tan solo con 27 años. Esta primera novela ya le granjeo una buena fama como escritor y le permitió codearse con grandes nombres de su tiempo. A lo largo de esa misma década de los 20, Huxley lanzaría Danza de Sátiros, Arte, Amor y Todo lo Demás y Contrapunto, antes de editar Un Mundo Feliz, que se convirtió en su libro más popular. Otras novelas importantes fueron La Isla y El Genio y la Diosa. Como escritor, Huxley también llegó a publicar ensayos sobre filosofía y pensamiento, además de varios libros de viajes que son una parte imprescindible de su bibliografía por explicar perfectamente esas vivencias que disfrutaba junto a su esposa yendo a cualquier parte del mundo.

Trama de este novela distópica

Un Mundo Feliz comienza con la visita a un Laboratorio genético donde se lleva a cabo la llamada reproducción artificial, la creación de las nuevas personas que pasarán a formar parte del Estado Mundial desarrollando las tareas para las que están destinados. El sistema se compone de varias castas, designadas con letras del alfabeto griego, desde los Alfas, los más preparados, hasta los Epsilon, los que se encargarán de las tareas más peligrosas y repetitivas. A través de la hipnopedia y la genética preparan a esos nuevos seres humanos para que se mantengan dentro de sus roles, creando así una sociedad “feliz y perfecta”. Sin embargo, las cosas cambiarán cuando Lenina y Bernard, los dos protagonistas, se topen con John, un salvaje que ha nacido fuera de ese sistema de castas, y que presenta un modo de vida muy distinto, haciendo reflexionar a los protagonistas sobre cómo está montada su sociedad.

Personajes de Un mundo feliz

Hay tres personajes principales en Un Mundo Feliz, cada uno de ellos representando un tipo de pensamiento social. Tenemos a Lenina Crowne, una genetista que pertenece a la casta de Beta-más, la segunda más importante, y que es una ciudadana modelo, tal y como fue concebida por el propio Estado Único. Su compañero es Bernard Max, un psicólogo Alfa-más con una inteligencia superior al resto de sus congéneres, que le hace dudar de todo su condicionamiento. Juntos visitan la Reserva, donde un grupo de salvajes vive ajeno a toda la sociedad planteada por el Estado Mundial. Allí conocen a John, hijo concebido de forma natural, algo que no se permite en esta nueva sociedad, y que presenta rasgos de inteligencia emocional y también de pensamiento libertario, mucho más abierto que el de Lenina, con quien tiene un romance.

¿Por qué es tan influyente?

La representación de la sociedad de castas que lleva a cabo Huxley en esta novela ha generado mucho debate desde su aparición, no solo por su estructura sino especialmente por la manera que tiene ese Estado Único Mundial de conseguir que cada individuo forme parte de la misma en su rol preadaptado. Si naces para ser un Epsilon te condicionarán de todas las formas posibles para trabajar duro y sacrificarte. Ese es tu destino, y tú debes ser feliz con ello. Te atiborran de soma, la droga que te permite disfrutar de esas experiencias, y te lanzan mensajes durante el sueño para que calen en tu subconsciente. De esta manera, la rebelión es casi imposible. Muchos han comparado la sociedad de Un Mundo Feliz con nuestra era tecnológica, donde estamos sometidos a los medios y redes sociales, que nos envían consignas continuamente para mantenernos entretenidos y felices, sin llegar a plantearnos realmente si esta es la sociedad que queremos.